La Auriculoterapia es un tratamiento a través de la estimulación del pabellón auricular. Es una técnica terapéutica que consiste en pinchar con agujas o masajear los puntos de la oreja con balines para su tratamiento.
Es una ciencia oriental de mucha antigüedad. De hecho, el estudio de la oreja se remonta hace más de 2000 años: Los egipcios conocían el uso de la estimulación de la oreja con fines terapéuticos; Hipócrates (s. IV a.c.) ya hablaba de este tema; Pueblos nómadas como los gitanos, exportaron de oriente y difundieron por Europa intervenciones simples de auriculoterapia. Más tarde, en el siglo XVI, Abraham Zacutus, un médico portugués, trató y documentó casos de ciática. Así mimo, ya en el sigo XX, otros médicos europeos, estudiaron, experimentaron y trataron varias dolencias. No obstante, la auriculoterapia empezó a cobrar importancia hace tan solo unos 60 años, gracias a la investigación y a los tratamientos exitosos del médico francés Paul Norgier.
Nogier creó una cartrografía detallada del pabellón auricular basada en su teoría de que toda la anatomía del cuerpo está reflejada en el pabellón auricular en forma de un feto invertido.
Se pueden, por lo tanto, prevenir o tratar dolencias o malestar mediante la estimulación (con la inserción de agujas u otros métodos) de determinadas terminaciones nerviosas del pabellón auricular, que es un reflejo de nuestro cuerpo.
La auriculoterapia es la acupuntura resumida en la oreja.
PATOLOGÍAS QUE SE PUEDEN TRATAR
Obesidad o sobre peso.
Úlcera en el estómago.
Vómitos.
Diarrea aguda o crónica.
Estreñimiento.
Hemorroides.
Hepatitis.
Diabetes.
Anorexia.
Hipo.
Cólicos biliares.
Piedras de vesicula.
Lumbalgias.
Ciáticas.
Dolor cervical.
Dolor de la zona dorsal.
Esguinces.
Tendinitis.
Artrosis.
Artritis.
Fibromialgia.
Hernias discales.
Eccemas.
Herpes zoster.
Psoriasis
Urticaria.
Prurito o picor en la piel.
Inflamación o infección de los folículos pilosos (Forunculosis).
Catarro.
Gripe.
Amigdalitis o anginas.
Tos.
Asma.
Faringitis.
Laringitis.
Afonía.
Alergias.
Bronquitis
Parkinson.
Hemiplejias.
Parálisis facial.
Neuralgia del Nervio Trigémino.
Esclerosis múltiple.
Cistitis.
Cólicos renales.
Anuria o dificultad para orinar.
Disuria o dolor al orinar.
Enuresis nocturna. Este término indicado así, suena un poco raro, pero no es más que la incontinencia urinaria nocturna de los niños.
Impotencia.
Eyaculación precoz.
Inapetencia sexual.
Dismenorrea o menstruaciones dolorosas.
Amenorrea o ausencia de menstruación.
Síndrome premenopáusico.
Menopausia.
Varices.
Arritmias cardiacas.
Hipertensión.
Hipotensión.
Mala circulación en general.
Cataratas.
Conjuntivitis.
Glaucoma.
Depresión.
Ansiedad.
Estrés.
Dificultad o falta de concentración.
Pérdida de memoria.
Insomnio.
Acúfenos o ruidos internos en el oído.
Mareos.
Vértigo.
Otitis.
Dolor en los dientes con la ingesta de alimentos fríos y calientes.
Dejar de fumar (Tabaquismo).

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